Sabemos que la quimioterapia sigue siendo la técnica más utilizada para combatir la enfermedad del cáncer, a pesar que está comprobado que compromete células sanas del cuerpo y órganos que no están afectados.
Por tal motivo, en la búsqueda por mejorar los tratamientos contra los diferentes tipos de cánceres, muchos trabajos e investigaciones han concluido que en la naturaleza existen sustancias que contienen un fuerte poder anticancerígeno, con la ventaja de no producir efectos secundarios.
Estás alternativas naturales tienen como fin disminuir las probabilidades de desarrollar alguna de las variedades de esta patología. También fortalecer el sistema inmunológico y ayudar a detener el crecimiento de las células malignas.
Entre esas opciones naturales nos encontramos con tres semillas cuyas cualidades nutricionales han dado resultados positivos en la lucha contra las tumoraciones.
Semillas de Manzana: Catalogada por muchos expertos como uno de los ingredientes naturales anticancerígenos más potentes. Científicamente comprobado que esta semilla tiene una acción que puede inhibir el crecimiento de células malignas de cáncer de Colon, Pulmón, Próstata, Páncreas, Mama y Estómago. Es cierto que contiene una mínima cantidad de cianuro, esto solo podría ser letal si se suministra en dosis muy altas.
Semillas de Uva: El extracto que se obtiene de esta semilla, es fuente rica en antioxidantes, bioflavonoides y un compuesto conocido como B2G2 cuya acción en el organismo podría combatir las células cancerígenas. Todo indica que este producto daña el ambiente que necesitan las células para crecer.
Semillas de Lino: Se ha demostrado el papel que desempeña en la prevención y tratamiento del cáncer de Mama. Este ingrediente tiene el poder de promover la apoptosis de las células tumorosas y al mismo tiempo inhibe la angiogénesis, lo que podría ayudar a evitar la metástasis.
